Las pequeñas fisuras no son fallas, son la forma en que la madera recuerda al mundo que sigue viva.
Hoy decimos que somos un laboratorio donde la ciencia, paciencia y oficio se combinan para ofrecer soluciones en madera sin precedente.
Un taller en donde durante años el aserrín y el pegamento se volvieron conversación, se transformaron en metodología, y hoy esa experiencia se traduce en una búsqueda común por lo impecable.
Hoy, podemos platicar del futuro, una etapa en donde el taller se fusiona con la teoría, por supuesto, sin perder su esencia, pero bajo un modelo estructurado, donde el saber se complemente con procesos y visión a largo plazo, y a fin de cuentas toda esa sabiduría compartirla con el talento que entiende la madera desde otra perspectiva.
Planteamos un homenaje a lo que fué.
Estamos listos para lo que viene.

CUATRO HACHE nace de la colaboración de cuatro hermanos que en 1999 encontraron en la madera un lenguaje común. Cada nudo habla de una historia que solo el oficio sabe leer y respetar.
Mientras el mundo persigue la eficiencia como única virtud, mientras las fábricas buscan producir más rápido, más económico, más homogéneo, nosotros elegimos el camino más difícil:
La dificultad de lo único.
Tenemos el privilegio —y también la responsabilidad— de dar continuidad a un oficio que en un mundo automatizado, elige mantenerse humano. Creemos en los procesos de personas para y por personas.

While the world pursues efficiency as the only virtue, while factories seek to produce faster, cheaper, and more uniformly, we choose the more difficult path: the difficulty of uniqueness.

While the world pursues efficiency as the only virtue, while factories seek to produce faster, cheaper, and more uniformly, we choose the more difficult path: the difficulty of uniqueness.

While the world pursues efficiency as the only virtue, while factories seek to produce faster, cheaper, and more uniformly, we choose the more difficult path: the difficulty of uniqueness.
Honramos el material porque conocemos su historia: Cuando fue árbol, cuando es tabla, y cuando quiere ser mueble.
Hoy queremos traducir esos años de lluvia, sequía, y viento, en un árbol, en la carpintería con garantía de la que tanto presumimos.
